miércoles, 25 de abril de 2012
miércoles, 18 de abril de 2012
Ya me dieron ganas de fumar...
Si un día tengo mucho dinero, o me hago parte de la mafia, voy a querer fumar alguno de estos
San Andrés Tuxtla es un pueblito que se encuentra al sur del
caluroso estado de Veracruz de Ignacio de La Llave (está antes de Catemaco, sí donde según hay brujos) . Hay poca gente, todos
conducen sus autos tranquilamente, y la vida pasa sin ninguna otra novedad… al
menos eso me parecía a mí, un lugar con poco que hacer, el intermedio entre el
puerto y el Salto de Eyipantla.
Debido a las condiciones climáticas de San Andrés, sus
tierras son usadas para el cutlivo de plantas de tabaco. ¡Sí! Tabaco, pero aquí
no está Malboro, ni Benson & Hedges, aquí se encuentra una importante (los señores especializados en tabaco lo dicen) tabacalera llamada "Te amo" dedicada a la manufactura de puros.
¿Puros? Sí, esos que parece que sólo fuman los protagonistas poderosos de las películas.
El proceso de fabricación de un puro, comienza con el
plantío de tabaco, tiene semillas muy pequeñas (como las de mostaza) donde la
planta crece lo suficiente en 4 meses, después de eso las hojas son arrancadas
y puestas en casitas de madera y con techo de palma, en las cuales se
deshidratan a fuego lento—literal—hasta que toman ese color marrón y son llevadas
en pacas a los almacenes de la empresa.
Como podrán ver, en la paca vienen unos dígitos que indican
el año en que fueron almacenadas las hojas. Entre más tiempo haya pasado el
tabaco almacenado—bajo condiciones especiales que no me fueron reveladas—adquiere
un mejor aroma y sabor más dulce.
Algunas pacas están ahí desde el 2002, y el almacén siempre
está lleno, ya que la cosecha de tabaco es de 2 veces al año, y se utilizan
aproximadamente 500 hectáreas de cultivo.
El siguiente paso es la selección de hojas para realizar el
puro. Las hojas deben ser de buen tamaño, deben estar completas y además estar
libres del tallo, trabajo que realizan en su mayoría mujeres de la región a las
que se les paga por cantidad de kg seleccionada.
Esta parte de la empresa está a temperatura ambiente.
Una vez clasificadas las hojas, estás se dividen en
-hojas para puro
-hojas para triturar (de las que hacen los cigarros)
El procedimiento para elaborar puros es completamente
artesanal, incluso las personas involucradas en la manufactura son capacitadas
durante 6 meses y posteriormente evaluadas, para asegurar la calidad de cada
puro. Así de complicado está hacer un puro.
Con las hojas adecuadas para cada tipo de puro, cada
artesano realiza algo así como un taco, apilando hoja por hoja, y enrollando a
cierta presión, y sí, usan Resistol especial para adherir al final.
Al taco de hojas de tabaco le sigue una prensa para puros,
para que quede más comprimido y así
adquieran su acabado final como “Puro genérico”, libre de etiquetas, marcas,
etc.
(Algunos puros no tienen punta, pero estos sí…por eso
parecen esfuminos)
(Puros chatos)
Teniendo el puro casi terminado, éste debe someterse a un
control de calidad, donde por cada lote de 100 piezas, se eligen 15 para ser
sometidos a pruebas.
Las causas por las que puede ser rechazado el producto son
principalmente por lo comprimido que está el puro, es decir, nadie
quiere/puede inhalar taaan fuerte.
La primera prueba es al tacto, y la realiza un señor experto en compresión
de puros #escriboenserio, le sigue una prueba que es la que simula la
inhalación y exhalación humana.
Con los puros terminados, y evaluados, es tiempo de etiquetar y empacar, labor que también se hace
de forma manual para que siga considerándose un producto artesanal.
Las presentaciones son muchísimas, ya que hay puros
delgados, gruesos, muy gruesos, y de diferentes hojas, ya que hay 4 tipos de
tabaco, ediciones especiales, ediciones individuales, línea económica, línea
Premium…hasta ganas de fumar me dieron J
Y finalmente la venta de puros en una tienda anexa a la
empresa donde venden desde una pieza, hasta cajas completas de vicio…y recuerden, fumar puede ser nocivo para la salud.
Por cierto, gracias a las ventas de puros y cigarros (que son hechos con las sobras de tabaco) pueden mantener la casa del señor Turrent, que está a un ladito de la Laguna de Catemaco
Ahora sólo tengo que esperar convertirme en millonaria y aprender a fumar para degustar esta obra de arte.
*Agradezco las facilidades otorgadas al señor que da las visitas guiadas por la fábrica, aunque ya no me acuerdo de su nombre.*
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